lunes, 22 de febrero de 2010

Segundo año con juguetes

Este es el segundo año que el Centro de Desarrollo Comunitario San José, de la Fundación León XIII, entrega en Chiapas juguetes que distintas personas y empresas en la Ciudad de México entregaron como donativos para familias chiapanecas.

El 12 de febrero, luego de más de un mes de viajar a 56 comunidades de 21 municipios, terminó la entrega de 1,488 juguetes. Los juguetes entregados a los pequeños son un bálsamo que ayuda a que la vida de los niños de las regiones Altos y Selva sea más llevadera, menos difícil.

Los juguetes no resuelven todos los problemas de niñas y niños del estado, pero ciertamente les ayudan a olvidar, por unos momentos, las condiciones difíciles que hacen de Chiapas una de las entidades con las más altas cifras de analfabetismo, deserción escolar y desnutrición que nos ubican en niveles similares a los países africanos en situación de extrema pobreza.

En Zinacantán, por ejemplo, los niños sabían que acudiríamos a entregar los juguetes y se mostraban inquietos por saber cuáles se llevarían a casa; era tanta la curiosidad que, desde que los vieron llegar, acompañaron y ayudaron al equipo de Economía Comunitaria a bajar las bolsas con juguetes de las camionetas.

Momentos después, los pequeños eran organizados por los colaboradores de la Fundación León XIII, para hacer una fila y recibir su juguete. Ya con el juguete entre sus manos, los rostros de niñas y niños se transformaron, fueron felices por unos momentos y se organizaban rápidamente para jugar, al tiempo que enseñaban a otros niños el juguete que se llevarían a casa.

La felicidad de tener un juguete propio y nuevo era suficiente para olvidar hasta los kilómetros que debían caminar para llegar a casa.

Cualquier institución podría entregar juguetes, sin embargo diversas personas y empresas confían en que Fundación León XIII entregue los juguetes y transmita que las personas son importantes sobre todas las cosas.

Por este medio, la familia del Centro de Desarrollo Comunitario San José en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, acrecemos los afanes y empeños de Alicia Ruiz Vargas, Carlos Ruiz, Cinthia Coca, Julia Sánchez, Fundación Azteca, de los empleados y directivos del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana, Dibujando un Mañana, AC y otras personas, quienes confiaron en nosotros para realizar la entrega de juguetes a niños chiapanecos. Asimismo, el próximo año, esperamos tener como regalo poder disfrutar de de su persona.

La Fundación León XIII, IAP, es una institución de asistencia privada fundada en 1994 que, desde el Centro de Desarrollo Comunitario San José, ubicado en San Cristóbal de Las Casas, desarrolla programas orientados.

Texto y fotografía Joyce Jiménez

martes, 16 de febrero de 2010

Comunidades responsables de sí mismas

“Me di cuenta que empezaba a cultivar el paternalismo cuando propuse que se buscarán donativos de baumanómetros y estetoscopios para los promotores de medicina tradicional,” explica Miguel Maza, médico pediatra, voluntario en el Centro de Desarrollo Comunitario San José de la Fundación León XIII, en Chiapas. “No había pensado—agrega—que evitaría que cada uno desarrollara iniciativas para involucrar a su comunidad y conseguir el equipo básico.”

Miguel consiguió un donativo de dos baumanómetros, los equipos con los que se mide la presión arterial, y dos estetoscopios con médicos del Hospital de Especialidades Pediátricas de Tuxtla Gutiérrez, la idea original fue que los equipos se rifaran entre los promotores de medicina tradicional, de modo que al final del año todos tuvieran el equipo básico para dar consultas.

Sin embargo, durante la reunión del pasado 22 de enero, Miguel recuerda que con las mejores intenciones deseaba apoyar a los promotores, pero después de escuchar el testimonio de José Gómez Pérez y Miguel Pérez Pérez, ambos del municipio de Chenalhó, sólo guardó silencio y ordenó sus pensamientos.

Miguel Pérez, más conocido como Miguel de Bachén, municipio de Chenalhó, ha logrado que su comunidad lo apoye en la construcción y mantenimiento de un huerto de plantas medicinales. José Gómez trabaja con su comunidad para que, en el futuro, puedan contar con un dispensario.

José Gómez y Miguel Pérez son ejemplos a seguir por los promotores, porque ambos han involucrado a sus comunidades para que los apoyen en la compra de equipos como baumanómetro, estetoscopio y termómetro. De manera que la comunidad reconoce la labor que realiza su promotor de medicina tradicional y apoya la formación de cada uno.

“Con la rifa que planeaba, los promotores tendrían la certeza de obtener un equipo básico al final del año, pero les quitaría la iniciativa de involucrar a sus comunidades y de tomar las riendas de su vida” dijo Miguel Maza.

Los equipos que fueron donados están en préstamo con Verónica Pérez Peréz de Yabteclum y Catalina Pérez Pérez de Tzajalucum, del municipio de Chenalhó, mientras consiguen equipos propios. La idea es que esas comunidades, al ver que el trabajo de los promotores en su comunidad es indispensable, se involucren, apoyen su formación y colaboren en la compra de herramientas útiles para desempeñar su labor.

La formación de promotores es una de las actividades que se realiza con el fin de que cada comunidad tenga el servicio de medicina preventiva. Si bien no todos los promotores son líderes en su comunidad, sí pueden lograr el reconocimiento como médicos tradicionales al servicio del lugar en donde viven.

La Fundación León XIII, IAP, es una institución de asistencia privada fundada en 1994 que, desde el Centro de Desarrollo Comunitario San José, ubicado en San Cristóbal de Las Casas, desarrolla programas orientados a mejorar la calidad de vida de distintas comunidades del sureste de México.

Texto y fotografía Joyce Jiménez

lunes, 8 de febrero de 2010

Testimonio de Lorena Chávez Sánchez

Desde hace mucho tiempo quería ser voluntaria, sin embargo mis papás aún no me dejaban, está vez fue diferente porque tenía muchos días de vacaciones, entonces me dijeron que si quería ser voluntaria en Fundación León XIII, Chiapas y acepté, dijo Lorena.

Lorena, joven de 15 años, llegó a Chiapas con mucha incertidumbre porque no conocía a nadie y mucho menos el lugar dónde dormiría o qué haría en un mes como voluntaria.

El equipo del Centro de Desarrollo Comunitario San José invitó a Lorena para visitar a diversas comunidades. La primera comunidad que visitó fue Yaxgemel, en el municipio de Chenalhó.

Lo que más recuerda de Yaxgemel fue que a pesar del frío y la llovizna, la gente tuvo la disposición de asistir a la reunión para hacer su plan de trabajo anual, como si fuera un día de festejo, dijo Lorena.

Cuando iba a las comunidades con las que trabaja el programa de Seguridad Alimentaria pensaba que sólo sembraría, “pero no fue así, los acompañé a ver los huertos familiares, a construir estufas ahorradoras de leña, a entregar juguetes, entre otras cosas “.

“Ha cambiado mi forma de ver el mundo, ahora pienso que ayudar significa enseñarles a las personas a optimizar los recursos naturales que tienen en su comunidad. Están equivocados aquellos que piensan que la solución para que las personas salgan adelante es darle todo a manos llenas, o bien, darles dinero” afirmó Lorena.

Es triste partir, porque me ha gustado mucho apoyar a los colaboradores del Centro, en mis próximas vacaciones me gustaría regresar, finalizó Lorena.

La Fundación León XIII, Institución de Asistencia Privada, fue fundada en 1995 y, desde el Centro de Desarrollo Comunitario San José, ubicado en San Cristóbal de Las Casas, desarrolla programas orientados a mejorar la calidad de vida de distintas comunidades del sureste de México.

Texto Joyce Jiménez y fotografía de Mariana Chávez Sánchez.

martes, 2 de febrero de 2010

Primer testimonio de 2010

Mariana Chávez Sánchez en el festejo del Día de la Candelaria


Desde pequeña, he tenido la agradable oportunidad de participar en instituciones de asistencia social como visitar a asilos, casas hogares, pequeños con alguna discapacidad física, pero creo que ninguna de las experiencias anteriores se puede comparar con el mes que he pasado como voluntaria en Fundación León XIII, Chiapas.


Colaboro con la Fundación en México D.F, desde los 12 años en los bazares artesanales que organiza en Papalote Museo del Niño, por eso creía que era conocedora. Sin embargo, desde mi primera semana aquí, comprendí que todo lo que yo me imaginaba “se quedaba corto”.


He dejado atrás las historias y he vivido en carne propia las visitas a comunidades. Ha cambiado mi perspectiva totalmente; por ejemplo, nunca te dicen que tienes que madrugar para recorrer distancias largas en carretera, que muchas veces son terracerías para llegar a las comunidades.


Y llegar a la comunidad sobreponiendo el cansancio y poner la mejor de las sonrisas para trabajar con los grupos, revisar avances, platicar con ellos e impartir los talleres o las actividades que previamente ya se habían planeado.


Tampoco, te dicen que llegarás al Centro de Desarrollo Comunitario polvoriento y cansado y que tienes que estar listo para el día siguiente y visitar a otra comunidad. Y mucho menos, nadie te cuenta de la maravillosa sensación que provoca ver como a las personas con entusiasmo por trabajar su tierra o bordar.


Verlos dispuestos a aprender con mucha humildad lo que podemos enseñarles y lo que pueden compartir con nosotros. Ver la esperanza y lucha día a día por salir adelante y crecer. Ver como valoran su trabajo y que el saber que el fruto de esto, pueden saborearlo.


Además, admitió que durante este mes recordé mi infancia porque jugué a la “gallinita ciega”, “las atrapadas” y futbol con niños sonrientes y sanos. Después de eso, sabes que absolutamente todo ese agotamiento vale la pena y lo volverías a hacerlo una y otra vez.


Desde los hermosos montes, lagos, fauna, cielo; la bella ciudad de San Cristóbal de Las Casas con ese “estilo” tan suyo, hasta toda la gente linda que trabaja acá en la Fundación, definitivamente, éste ha sido un mes de vacaciones sumamente aprovechado. Espero que me reciban de nuevo...!


Texto Mariana Chávez Sánchez y fotografía Joyce Jiménez